Juntas enchaquetadas son un tipo de juntas semi-metálicas que se utilizan en la industria para sellar fluidos en equipos como calderas e intercambiadores de calor con superficies de sellado estrechas. Estas juntas combinan la adaptación a las altas presiones y resistencia a las fugas de los materiales metálicos con una extraordinaria compresibilidad de materiales blandos.
El metal de la camisa normalmente posee 0,4mm de espesor y el material blando estándar es el grafito flexible. Dependiendo de las condiciones operacionales, también pueden ser usados como relleno un metal, fibras cerámicas o PTFE. El primario se forma en las caras metálicas vecinas al borde interior de la junta y para conservar el mismo la junta deberá mantenerse comprimida en todo su contorno. Cuando el enchaquetado también comprende el borde exterior de la junta, este actuará como sello secundario. En el caso de que el enchaquetado fuera corrugado, lo cual proporciona alguna recuperación elástica, las crestas del corrugado actúan como sellos laberínticos intermedios
Son apropiadas para superficies lisas, de formas simples o complejas y siendo compresibles en el orden 25% permiten compensar irregularidades de las bridas o deformaciones para formar sellos resistentes a las presiones de trabajo. Como tienen poca recuperación elástica, es necesario que la elasticidad de los bulones o otros factores compensen la relajación de la junta y la mantengan comprimida.
Consecuentemente no son las más adecuadas para formar un sello de espesor predeterminado o establecido.
Sus aplicaciones más frecuentes son en intercambiadores de calor, bonetes de válvulas, cañerías de gas, autoclaves, líneas de vacío y para bridas de hierro fundido. La junta tipo D también es utilizada en bridas de grandes diámetros y reactores de industrias químicas.
Se pueden producir en una variedad de formas con o sin travesaños.